Copamiento de apristas y chiclayanos en el Congreso

Ni austeridad ni transparencia. La gestión del aprista Javier Velásquez Quesquén en la Presidencia del Congreso está culminando con un notorio incremento del número de trabajadores que ha sido disimulado a través del denominado Contrato de Administración de Servicios (CAS). De acuerdo con las planillas correspondientes a mayo último, el Legislativo tiene 1,778 trabajadores del servicio (administrativos) y de la organización parlamentaria (de confianza), además de los 292 incorporados al CAS, lo que suma, en total, 2,070 servidores.Perú.21 tuvo acceso a las planillas de trabajadores del Congreso, las mismas que estaban guardadas bajo siete llaves y no se publican en el portal institucional, a pesar del mandato establecido en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información. En el documento se observa un notorio incremento del 15%, aproximadamente, de trabajadores si se tiene en cuenta que la gestión de Mercedes Cabanillas, tras un proceso de austeridad y racionalización de personal, dejó 1,650, y que, luego, su compañero de partido Luis Gonzales Posada concluyó con 1,804.Este aumento del personal es muy comentado en los corrillos parlamentarios, aunque ningún trabajador se atreve a admitirlo públicamente. La presencia de rostros nuevos no pasa inadvertida y el rumor generalizado es que en algunas áreas se ha preferido la cantidad antes que la calidad.Según fuentes del Legislativo, Velásquez Quesquén ha tenido participación directa en el copamiento. Entre los casi 300 incorporados al CAS hay un número bastante considerable de militantes apristas y de personas que vienen del norte del país, principalmente de Lambayeque.PRUEBAS AL CANTO. Desde que asumió la presidencia del Congreso, el lambayecano inició una serie de remociones en las jefaturas del servicio parlamentario. Para citar ejemplos, se puede mencionar el caso de Herbert Eleuterio Olivos Ángeles, chiclayano de pura cepa, que el 17 de noviembre de 2008 ingresó como jefe de Abastecimiento, Compras y Control Patrimonial, y el de Edilberto Agurto, nombrado el 29 de setiembre como jefe del Área de Servicios Generales. La lista de chiclayanos es mucho mayor y se comenta que se modificará el Cuadro de Asignación de Personal (CAP) para que algunos contratos sean indefinidos.La gestión de Velásquez removió también al personal de seguridad. La planilla del CAS muestra que durante su gestión ingresaron 31 agentes de seguridad, la mayoría apristas y lambayecanos. Otra de las áreas escogidas para albergar a los nuevos servidores es Comunicaciones (Prensa, Radio y TV), a la que ingresaron 12 personas (entre técnicos, auxiliares, asesores y hasta un caricaturista). Igualmente, deben mencionarse las recientes incorporaciones en el Centro de Investigación, en el Departamento de Comisiones, en el Comité de Damas y en Transportes. En la planilla también se presenta la figura del destaque: se les paga, pero trabajan en otras dependencias.Perú.21 ha solicitado el descargo del presidente del Legislativo hace varios días, pero no hubo respuesta. En su lugar, autorizó al director general parlamentario, José Carlos Chirinos, para que lo haga. Dijo que cada una de las incorporaciones está justificada de acuerdo con los requerimientos de la administración y de los congresistas. Añadió que el CAS es una obligación legal y que se trata de contratos de hasta seis meses, como máximo. Sin embargo, hay trabajadores en el CAS con contratos que ya tienen un año.Cuando se le preguntó por la marcada presencia de apristas y lambayecanos –como él– en la planilla, respondió que ni la militancia partidaria ni el lugar de origen son obstáculos para el derecho al trabajo. Chirinos no informó sobre el número oficial de trabajadores que tiene el Parlamento, ni explicó por qué no se publica esta información en la web institucional.

Fuente: PERU 21