Pareciera que en los últimos años, los Monsefuanos estarían sentenciados a vivir en medio de un ambiente contaminado como consecuencia de las constantes roturas de las tuberías de la red del alcantarillado; que no solo inundan las calles, emanan fuertes olores y contaminan el ambiente, sino que lo mas grave es que definitivamente afecta la salud de los pobladores, especialmente de los menores de edad. Por otro lado, estos hechos bochornosos, vienen generando un malestar e indignación ciudadana por la indiferencia de sus autoridades que casi nada hacen para revertir esta amarga historia que deja a Monsefu mal parado ante las afligidas y atónitas miradas de sus visitantes y vecinos.
¿Pero es caso, que solo nos debemos de preocupar por este problema de contaminación ambiental que ocurre en la ciudad?
Lamentablemente, la contaminación ambiental no solo es en la ciudad, como ustedes sabrán, existen otros focos de contaminación en torno a la red del desagüe. Por el sector de La Misericordia, las aguar servidas de la ciudad inicia un recorrido a atajo abierto con destino al rio y luego terminan en el mar, sin recibir tratamiento alguno. Las lagunas de oxidación desde hace varios años, dejaron de ser utilizadas. Todo lo dicho, es un grave atentado contra la salud ambiental, que no solo afecta a las personas, sino que también a los animales, la agricultura y al sub suelo. Monsefu, al igual que muchos distritos vecinos están haciendo lo mismo, dañando irresponsablemente el medio ambiente, en desmedro de la calidad de vida que todo ciudadano que por derecho debe gozar y que sus autoridades están en la obligación de garantizarlo.
Para nadie es desconocido el crecimiento poblacional y el desarrollo comercial que ha alcanzado en los últimos años; pero que la dotación de los servicios básicos no ha ido a la par con ese desarrollo ni las exigencias ciudadanas, por lo que es evidente el déficit de este servicio y la urgente necesidad de que nuestra ciudad mejore su infraestructura de agua potable y alcantarillado, ampliando su cobertura y optimizando su calidad.
Sin embargo, debemos ser optimistas. Todo este problema, debemos de convertirlo en una gran oportunidad. Para que esto suceda, debemos ponerla en la agenda de todos los Monsefuanos, para que nos permita elaborar políticas de solución y que sirva de ejemplo a los pueblos vecinos, para hacer de Monsefu no una ciudad contaminada, sino una ciudad saludable para el Perú y el mundo.
¿Pero es caso, que solo nos debemos de preocupar por este problema de contaminación ambiental que ocurre en la ciudad?
Lamentablemente, la contaminación ambiental no solo es en la ciudad, como ustedes sabrán, existen otros focos de contaminación en torno a la red del desagüe. Por el sector de La Misericordia, las aguar servidas de la ciudad inicia un recorrido a atajo abierto con destino al rio y luego terminan en el mar, sin recibir tratamiento alguno. Las lagunas de oxidación desde hace varios años, dejaron de ser utilizadas. Todo lo dicho, es un grave atentado contra la salud ambiental, que no solo afecta a las personas, sino que también a los animales, la agricultura y al sub suelo. Monsefu, al igual que muchos distritos vecinos están haciendo lo mismo, dañando irresponsablemente el medio ambiente, en desmedro de la calidad de vida que todo ciudadano que por derecho debe gozar y que sus autoridades están en la obligación de garantizarlo.
Para nadie es desconocido el crecimiento poblacional y el desarrollo comercial que ha alcanzado en los últimos años; pero que la dotación de los servicios básicos no ha ido a la par con ese desarrollo ni las exigencias ciudadanas, por lo que es evidente el déficit de este servicio y la urgente necesidad de que nuestra ciudad mejore su infraestructura de agua potable y alcantarillado, ampliando su cobertura y optimizando su calidad.
Sin embargo, debemos ser optimistas. Todo este problema, debemos de convertirlo en una gran oportunidad. Para que esto suceda, debemos ponerla en la agenda de todos los Monsefuanos, para que nos permita elaborar políticas de solución y que sirva de ejemplo a los pueblos vecinos, para hacer de Monsefu no una ciudad contaminada, sino una ciudad saludable para el Perú y el mundo.
Guillermo Bonilla
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