miércoles, 22 de febrero de 2012

LA VIGENCIA DEL PENSAMIENTO DE HAYA DE LA TORRE

No cabe duda que el pensamiento de Haya, es un pensamiento vigente en el contexto político actual. Si analizamos un pequeño ejemplo de su pensamiento, por citar: “POR LA UNIDAD POLITICA Y ECONOMICA DE AMERICA LATINA” “JUSTICIA SOCIAL, DE PAN CON LIBERTAD!”, “CONSEJO ECONOMICO NACIONAL”… estos como todos son postulados aún vigentes, habríamos querido, hubieran sido abordados por quienes gobernaron en su nombre.
En este próximo día de la “Fraternidad”, como lo llamamos los apristas en honor y homenaje al natalicio de Haya: ¡hagamos una breve remembranza, de su pensamiento inmortal!; y en este contexto, no se nos pueden ir de la mente, algunos de ellos que significaron siempre la bandera enarbolada por el aprismo, desde las generaciones primigenias de nuestra organización.
Haya de la Torre, fue el primer latinoamericano que hizo un estudio de la realidad continental y propuso en base a ello la integración como eje esencial de afirmación política de los países de América Latina. La posibilidad de la existencia de su INDOAMERICA, -como el la llamó-, tal vez sea su anhelo máximo. Nadie puede negar, que Haya fue quien hizo una propuesta seria con fundamentos doctrinarios y una teoría económica para la existencia de indoamérica. Siempre recordaremos a Haya como el integracionista de américa latina, y desde este sitial histórico; no solamente es de los apristas ni de los peruanos, sino de todos los latinoamericanos y los ciudadanos del mundo.
Por otra parte, cuando Haya de la Torre, nos hablaba de “JUSTICIA SOCIAL, DE PAN CON LIBERTAD”, lo hacía en aras de hacer un frente común para conquistar y afirmar la democracia de entonces, así como por el ejercicio irrestricto de la soberanía popular, a través de su voto libre. De allí esta frase que era mucho más que un lema, su gran ideal y su exigencia de: “NI LIBERTAD SIN PAN, NI PAN SIN LIBERTAD”.
Esto también nos lleva a echar una mirada a nuestra realidad, y tomando la premisa del mismo Haya, cuando decía: “la realidad no se inventa, hay que estudiarla para transformarla”; entonces, ¿Ustedes creen que habrá Pan con Libertad, cuando pretendemos derrotar la pobreza con programas de apoyo social?, y más aún, cuando los usamos para manipular conciencias, mancillando el derecho a la libertad. No cabe duda que éstos programas, no constituyen el pan con libertad, con el que soñó Haya; Por otra parte, demás está decir que estos programas deberían ser más eficientes y menos manipulables. Nuestra economía se dinamiza, si nosotros en vez de dar migajas, damos trabajo. En estos momentos la canasta familiar, -según lo declarara el mismo jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Renán Quispe, hace 2 años-, bordea los mil trecientos nuevos soles, y como vemos actualmente el Gobierno está dando como subsidio económico para familias en pobreza extrema la suma de cien nuevos soles mensuales. Si tenemos en cuenta el costo estimado de la canasta familiar, es como si diéramos a la gente para que cubra sus gastos familiares de 2 días; ¿y el resto del mes, qué? No cabe duda que esto no es eficiente; aparte de que no hay ningún país en el mundo que haya salido de su pobreza con sólo programas de apoyo social; y si a esto, le sumamos que los involucrados de turno en brindar administrativamente este apoyo a nombre del Estado, muchas veces lo dirigen a las personas de su conveniencia y lo más deplorable aún, cuando les sirve como un mecanismo de sumisión para sus intereses políticos en contra de la libertad de pensamiento y de elección, convirtiéndolo en un perfecto clientelismo y una forma muy baja de mantener poder, a costa de la pobreza, -a la que muchos prefieren alentar-.
Con la gente en pobreza extrema, lo que esperamos de un gobierno, es lograr sacarla de esta terrible enfermedad social, y brindarle bienestar emocional, logrando su identificación plena con un Estado “preocupado” por su situación; hecho que se traduciría también en la contribución individual de éstos para el engrandecimiento de la patria. Nuestra país podrá salir adelante, con lo más importante que tiene esta nación, que son todos y cada uno de nosotros los peruanos. En tanto, no hagamos “ciudadanos de segunda clase”; por el contrario, elevemos la autoestima de nuestra gente. Para esto el Gobierno debería dar otro tipo de
soluciones con el objeto de superar la pobreza. Si el Gobierno en vez de dar “migajas” a través de programas de apoyo social, creara trabajo; entonces habrá cambiado en verdad la vida de los más pobres. Si nos preguntamos: ¿Cuánto se ha gastado en estos últimos años en estos programas?, ¿ha llegado en verdad a las personas que debería?, ¿cuánto de esto se ha quedado en el ámbito administrativo?, ¿cuánta gente se ha enriquecido gracias a la pobreza de otros, arreglando licitaciones, o entregando alimentos fraudulentos de costos inferiores?, esto talvés nos indignaría. Los subsidios económicos a través de programas de apoyo social, no deberían darlos a personas que son parte de la población económicamente activa del país, porque se genera conformismo y contribuye a la baja autoestima de los peruanos. El subsidio económico deberían circunscribirse a personas imposibilitadas de ejercer el trabajo, como podrían ser: los de la tercera edad sin hijos que nunca pudieron acceder a un sistema de pensiones, y que a su avanzada edad se encuentren desprotegidos, a personas en viudez o desamparadas que tienen hijos discapacitados, o a personas discapacitadas en abandono, y probablemente otros casos especiales. Los Ministerios de la Producción y Trabajo, deberían ser verdaderos promotores del trabajo digno, y capaces de la reducción progresiva de la pobreza. El gobierno conjuntamente con los entes generadores de riqueza en el país; es decir los empresarios, la clase trabajadora y el mismo gobierno, tienen que converger en obtener propuestas laborales para la gente en pobreza. El país tiene que mirar hacia las áreas económicas capaces de generar más puestos de trabajo, e indudablemente se pondrán los ojos en el agro orientado a la industria y la exportación y en las obras de infraestructura, que nos permitan condicionar su éxito. El Perú cuenta con una serie de microclimas, por tanto es capaz de producir alimentos para el mundo. Si optimizáramos la producción agrícola de acuerdo a las características de cada una de nuestras cuencas hidrográficas, -estudios que existen en la mayor parte de nuestro territorio, y aún no los aplicamos-. Si esto ocurriera indudablemente tendríamos la posibilidad de crear más puestos de trabajo y lograr que nuestra gente tenga la capacidad de generar sus ingresos de una forma digna.
Por otra parte, si logramos mejorar el sueldo mínimo a niveles internacionales, evitaríamos que nuestros compatriotas emigren a otros países y en muchos casos sean discriminados y vistos como ciudadanos de segunda clase, e incluso no sean ni siquiera considerados ciudadanos, en países a los que dan los mejores años de su vida; así dejaríamos de ser exportadores de mano de obra barata. Cuando logremos que el sueldo mínimo se acerque al promedio internacional, lograremos dinamizar nuestra economía, esto generaría un efecto positivo de dinamismo hacia los niveles superiores de la pirámide económica, por la mejoría del poder adquisitivo de la gente, que tendría la oportunidad de vivir en condiciones humanas adecuadas; sólo así podremos hablar de una justa distribución de la riqueza, generando una verdadera democracia. Cuando Haya de la Torre nos hablaba de un gobierno de “Justicia Social de Pan con Libertad!”; Mas bien se refería a la obtención de un trabajo digno con salarios justos, y por ello también su planteamiento de lograrlo a través de la concertación y el diálogo, proponiendo la negociación sobre la mesa y no debajo de ella, con las fuerzas vivas comprometidas en la economía del país, así propuso la conformación de un Concejo Económico Nacional; Institución en la que estarían representados el trabajo, el capital nacional y extranjero que forme parte de nuestra producción, así como el estado mediante sus organismos técnicos (“Política aprista”. Haya de la Torre. Segunda edición. pág 50. editorial-imprenta amauta s.a. lima, 1967.), Haya proponía diciendo: “las funciones de esa nueva entidad de investigación, de confrontación, de consulta, de iniciativa y planteamientos atinentes a nuestra realidad económica, darán al estado peruano nuevas dimensiones y más anchos horizontes de enfoque y acción directiva”.
El actual Gobierno de Ollanta Humala, ha mencionado esto como necesidad, a lo que ha denominado “Consejo Económico Social”, y lo manifestó al referirse a la necesidad de credibilidad en el manejo económico, dijo en una entrevista a Buenos Días Perú: …“Qué mejor que crear un Consejo Económico Social, donde estén representadas las fuerzas productivas: el capital y el trabajo. A mí me parece que eso es parte de lo que señalaba Haya de la Torre en su momento. Nosotros nos comprometemos a crear ese Consejo Económico Social”, añadió. Ciertamente esta idea es creación del partido aprista y de VRHT, que el entonces candidato nacionalista no dudó en proponerla para responder a la expectativa de mayor institucionalización de las políticas económicas del gobierno. Sin embrago, en las dos oportunidades que el APRA ha sido gobierno, -naturalmente que sin Haya de la Torre-; se estuvo muy lejos de este pensamiento.
En este sentido, las propuestas vigentes del pensamiento de Haya de La Torre, no han sido mayormente aplicadas ni durante el primero ni segundo gobierno aprista. ¿Tendremos una tercera oportunidad para enmarcarnos en lo provisorio de su pensamiento?. Tal vez hemos olvidado lo recomendado por el propio Haya: “...nosotros necesitamos continuar la modelación del partido.. eso corresponde a la etapa en la que yo ya no he de vivir …, hay que dejar un partido fuerte y sólido, un partido moderno, contemporáneo, un partido que realmente represente la unidad monolítica de una fuerza organizada…”. Bueno, teniendo en cuenta que el pensamiento de Haya, no es propiedad de una cúpula, ni un cenáculo, ni siquiera de los aprista ni del Perú; Es que no dudo que en algún momento, el propio partido viejo de Haya de la Torre, u otro movimiento, -¡acogerá su pensamiento como bandera!-, entonces podrá ser el primer punto importante para sentar bases de una sociedad más justa, más equitativa, más provisoria.., y un Estado reivindicador de nuestra grandeza como lo soñó Haya de la Torre”.
¡Viva Víctor Raúl Haya de la Torre!
¡Viva la fraternidad aprista!
c. Carlos Uceda

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