El pasado 24 de septiembre del 2007, se commemoró el 148 aniversario de creación del Colegio Nacional San José de Chiclayo, símbolo inmarcesible de la cultura Lambayecana.
Como todos los años se ha programado eventos musicales, deportivos, culturales y actos protocolares, pero el atractivo principal e indispensable de cada aniversario es el “Desfile de las Promociones”. Ese día los chiclayanos desde muy temprano se agolpan en la Avenida Balta Sur, para ver desfilar desde venerables ancianos hasta jóvenes pletóricos de vida, integrantes de las diversas promociones del centenario colegio.
Espectáculo aparte lo constituye la banda de músicos de alumnos y ex alumnos, que apertura el desfile, presidida por el legendario profesor Victorino Amaya Paiva, que con su impecable terno azul cargado de honores y medallas, responde con una amplia sonrisa el aplauso cariñoso y sincero que le brinda el pueblo chiclayano.
También es característico, que en época electoral, los ex sanjosefinos aspirantes a algún cargo público, no pierdan la oportunidad de lucirse y saludar a la multitud, en pos de conseguir algunos votos.
Yo pertenezco a la promoción 1956, que el año pasado celebró sus “Bodas de Oro” (50 años). LLegaron condiscípulos de Europa, EEUU, Argentina, Brasil, y la Capital de la Republica, sería largísimo enumerar los nombres de los que llegaron y de los residentes en Chiclayo que tuvimos la dicha de recibirlos, algunos rostros no habíamos visto desde hace 50 años.
De los 228 jóvenes imberbes que en 1956 tuvimos que emigrar a diferentes lugares del país y del extranjero porque en el Dpto. de Lambayeque no había una Universidad, 50 años después, era un cúmulo de títulos y personalidades de las diferentes ramas de la actividad humana: médicos, ingenieros, abogados, dentistas, militares, empresarios, políticos, empleados, comerciantes; acompañados de sus esposas, hijos e incluso hasta nietos.
Fue un reencuentro inolvidable, que sin menospreciar a los integrantes de las diferentes comisiones, tuvo como principal animador al Ingeniero – Empresario Moisés Diaz Perez, residente en Sao Paulo, que tuvo que realizar varios viajes del Brasil al Perú, para coordinar el acontecimiento.
Indudablemente el San José del 56 era diferente al de ahora, albergaba alumnos de todos los distritos del Dpto. porque en ninguno de ellos había un Colegio Secundario, su bien ganado prestigio le permitía recibir alumnos de Lima, Pacasmayo, Chepen, Piura, Tarapoto, Rioja, etc. Su famoso internado era casi una escuela militar conformado mayormente por becarios y alumnos de lugares lejanos con una férrea disciplina y mucho estudio.
Este año habrá una nueva Promoción “Bodas de Oro” nuevos encuentros, nuevas satisfacciones y muchos recuerdos, en todos aquellos que hemos tenido la oportunidad de estudiar en un Colegio, por cuyas aulas también pasaron José Quiñones Gonzáles, Eloy G. Ureta Montehermoso, Jose Leon Barandiaran, Eduardo Orrego Villacorta, Andres Townsend Ezcurra, Guillermo Baca Aguinaga y otros ilustres chiclayanos.
Como todos los años se ha programado eventos musicales, deportivos, culturales y actos protocolares, pero el atractivo principal e indispensable de cada aniversario es el “Desfile de las Promociones”. Ese día los chiclayanos desde muy temprano se agolpan en la Avenida Balta Sur, para ver desfilar desde venerables ancianos hasta jóvenes pletóricos de vida, integrantes de las diversas promociones del centenario colegio.
Espectáculo aparte lo constituye la banda de músicos de alumnos y ex alumnos, que apertura el desfile, presidida por el legendario profesor Victorino Amaya Paiva, que con su impecable terno azul cargado de honores y medallas, responde con una amplia sonrisa el aplauso cariñoso y sincero que le brinda el pueblo chiclayano.
También es característico, que en época electoral, los ex sanjosefinos aspirantes a algún cargo público, no pierdan la oportunidad de lucirse y saludar a la multitud, en pos de conseguir algunos votos.
Yo pertenezco a la promoción 1956, que el año pasado celebró sus “Bodas de Oro” (50 años). LLegaron condiscípulos de Europa, EEUU, Argentina, Brasil, y la Capital de la Republica, sería largísimo enumerar los nombres de los que llegaron y de los residentes en Chiclayo que tuvimos la dicha de recibirlos, algunos rostros no habíamos visto desde hace 50 años.
De los 228 jóvenes imberbes que en 1956 tuvimos que emigrar a diferentes lugares del país y del extranjero porque en el Dpto. de Lambayeque no había una Universidad, 50 años después, era un cúmulo de títulos y personalidades de las diferentes ramas de la actividad humana: médicos, ingenieros, abogados, dentistas, militares, empresarios, políticos, empleados, comerciantes; acompañados de sus esposas, hijos e incluso hasta nietos.
Fue un reencuentro inolvidable, que sin menospreciar a los integrantes de las diferentes comisiones, tuvo como principal animador al Ingeniero – Empresario Moisés Diaz Perez, residente en Sao Paulo, que tuvo que realizar varios viajes del Brasil al Perú, para coordinar el acontecimiento.
Indudablemente el San José del 56 era diferente al de ahora, albergaba alumnos de todos los distritos del Dpto. porque en ninguno de ellos había un Colegio Secundario, su bien ganado prestigio le permitía recibir alumnos de Lima, Pacasmayo, Chepen, Piura, Tarapoto, Rioja, etc. Su famoso internado era casi una escuela militar conformado mayormente por becarios y alumnos de lugares lejanos con una férrea disciplina y mucho estudio.
Este año habrá una nueva Promoción “Bodas de Oro” nuevos encuentros, nuevas satisfacciones y muchos recuerdos, en todos aquellos que hemos tenido la oportunidad de estudiar en un Colegio, por cuyas aulas también pasaron José Quiñones Gonzáles, Eloy G. Ureta Montehermoso, Jose Leon Barandiaran, Eduardo Orrego Villacorta, Andres Townsend Ezcurra, Guillermo Baca Aguinaga y otros ilustres chiclayanos.
Miguel Angel Bartra Gonzales.
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