La ciudad de Monsefú prácticamente quedaría devastada si se produjera un sismo de la magnitud de 8 grados en la escala de Ritcher. Esto se desprende de las cifras estadísticas que se tienen, considerando que la ciudad y sus sectores aledaños tiene el 80 por ciento de viviendas construidas con adobe y caña; el 17 por ciento de material noble y el 3 por ciento han sido construidas con los adelantos de la arquitectura y con técnicas antisísmicas.
Estas viviendas que no tienen bases de concreto caerían, aplastando a sus ocupantes y en buen número las paredes adyacentes a las calles harían lo mismo con quienes estén en las calles buscando desesperadamente dónde ponerse a salvo. Son los primeros datos alcanzados por técnicos de Defensa Civil que el sábado pasado trabajaron con instituciones en el simulacro de Sismo y Tsunami que se cumplió a nivel nacional a partir de las 8 de la noche.
Sin embargo se advirtieron muchos factores en contra y que motivarían desgracias personales, como falta de personal médico a esa hora en el Centro de Salud, carencia de unidades móviles de los entes públicos, como Municipalidad, Policía, Centro de Salud y Gobernación. Ello dificultaría trasladar con urgencia a los heridos para su atención médica.
Después de la jornada, los organizadores se reunieron en la Municipalidad, convocados por la alcaldesa Rita Elena Ayasta de Díaz, para las primeras conclusiones y luego se informó que colapsarían los servicios de agua, alcantarillado, energía eléctrica; quedarían destruidos centros educativos, la iglesia, el minicoliseo; graves daños en el Centro de Salud y la comisaría.
En el simulacro, lo resaltante lamentablemente fue la indiferencia con que mayormente el público tomó esta acción de prevención, a pesar del llamado a la conciencia, a través de coordinaciones con representantes de instituciones, perifoneo, noticias en los medios de comunicación radial de esta ciudad y el llamado de los organizadores.
En la cruzada participaron: La Municipalidad, Gobernación, Iglesia, Policía, Centro de Salud, FREDEM, Compañía de Bomberos, Pueblos jóvenes Barrantes y La Victoria, así como caserío Huaca Blanca y Rama Castilla.