Los apacibles pobladores de la Ciudad de las Flores, Monsefú, hicieron escuchar ayer su voz de protesta. Unidos a grupos religiosos de la parroquia San Pedro salieron a las calles para exigir el cambio del sacerdote José Castillo Vera.
Los feligreses consideran que desde su llegada, en febrero, ha actuado de manera arbitraria, atacando a los grupos religiosos y de catequesis.
Lo acusan de excluirlos de las actividades parroquiales y de provocar desavenencias entre los monsefuanos. Asimismo señalan que se ha negado a dar la extrema unción a las personas en agonía y de negarse a celebrar misas de cuerpo presente en la iglesia porque ensuciaban el templo.
Pidieron la intervención del obispado de Chiclayo y al mismo tiempo de las autoridades, pues señalaron que no descansarán hasta lograr que se vaya y envíen a un nuevo párroco, que se acerque al pueblo y a sus costumbres. Aseguran además que no se les permite realizar las fiestas en honor de sus santos y patrones religiosos y que sólo quiere lucrar con sus fiestas.
De otro lado, un grupo de vecinos defendió el accionar del cura, al sostener que estaba poniendo orden y eso no les gustaba a los demás. “Quizá deba usar otros métodos para hacerse entender, pero busca hacer el bien a Monsefú”, comentaron los fieles.
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