martes, 28 de agosto de 2007

El Terremoto del 15 de Agosto.

Siempre es muy difícil atender todas las necesidades urgentes de miles y miles de personas afectadas por un desastre. Lo digo con algo de experiencia por haber participado en tareas de emergencia durante las inundaciones que afectaron diversos pueblos de Lambayeque.
Por eso comprendo el gran desafío, que significa para el Gobierno, llevar ayuda masiva y oportuna a los damnificados de Cañete, Chincha, Pisco, Ica y otras ciudades afectadas por el terremoto del 15 de Agosto.
Puedo decir que el Presidente García se ha esforzado por estar a la altura de las circunstancias, se ha presentado varias veces en la zona del desastre, ha dictado medidas conducentes a aliviar los problemas urgentes de agua y alimentos cuyo reparto fue masivo pero caótico y desorganizado. De igual manera ha tomado medidas complementarias de apoyo económico, seguridad, traslado de heridos, remoción de escombros etc. Toda una tarea titánica que nunca es completa y que jamás satisface a todos.
Ante la desgracia, hemos comprobado algo edificante; la Solidaridad de los peruanos esta al tope. Ciudadanos, Instituciones, Empresas Privadas, Medios de Información, Municipios, Regiones de todo el país están aportando su ayuda y los Lambayecanos no son ajenos a esta gran cadena de solidaridad.También países vecinos, europeos y asiáticos están contribuyendo con toneladas de medicinas, frazadas, carpas, etc incluida la visita del Presidente Uribe de Colombia y Ministros del Gobierno de Chile.
En suma: Hay ayuda nacional, hay ayuda extranjera, el gobierno hace todos los esfuerzos posibles, pero tenemos que admitir que aun no estamos preparados, ni bien organizados para distribuir eficazmente esa ayuda. No es una crítica, es una autocrítica. “Comprendo que siempre será difícil atender a todos, porque a los damnificados por el desastre se sumaran otros miles de personas que ya tenían carencias antes del terremoto, pero tenemos que superar ese escollo, hay que reestructurar Defensa Civil. Algo se ha avanzado, se enseña y practica como evacuar escuelas, edificios, bancos, etc pero falta saber que hace esta gente una vez evacuada. Donde se dirige. Donde se les concentra para alimentarlos y brindarles abrigo, en situaciones tan graves como un terremoto. Finalmente no es momento de críticas, hay que subsanar errores si, pero sobretodo hay que ayudar, hay que contribuir a aliviar la penosa situación de compatriotas sin viviendas, sin alimentos, sin agua, ni luz y que además muchos de ellos han perdido a sus seres queridos.
Pasado el momento crucial, el Gobierno tendrá ante si, la tarea de la Reconstrucción. Hagamos votos para que los Peruanos podamos, en un futuro cercano, ver nuevamente en pie a la turística Paracas, al hermoso acogedor Puerto de Pisco, a las Progresistas Chincha y Cañete y al soleado Ica, que para mi por su gente y su calor humano, es el Chiclayo del Sur.
Angel Bartra Gonzales

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